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Mes: octubre 2018

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¿Qué características se exigen en los textiles de un hotel?

La ropa de hogar ayuda a que nos sintamos en casa. El contacto con nuestras sábanas favoritas, tener en el cuarto de baño unas toallas grandes y esponjosas o disfrutar de nuestra manta preferida en el sofá son pequeños detalles que ayudan a que nos sintamos un poco más en casa.

Cuando viajamos, apreciamos que en el hotel donde los hospedamos también tengan en cuenta estos pequeños detalles que nos hacen la vida más cómoda. Los textiles que nos ofrecen en el hotel pueden marcar la diferencia entre sentirse cómodos o no.

La cama, limpieza y comodidad

En la cama exigimos, antes que nada, limpieza. Por eso nos gusta que las sábanas de cama de un hotel sean blancas o de un tono claro liso. Estos colores no dan lugar a engaño, como puede suceder con un estampado. Por supuesto, también queremos que estén en buen estado. Pocas cosas son tan desagradables como meterse en una cama y que esté áspera debido a que tiene bolitas o que la tela esté tan gastada que se vea perfectamente el colchón o la manta.

Un fallo frecuente respecto a la limpieza en las camas de los hoteles viene dado por las colchas. Muchos clientes se tumban sobre la cama con los zapatos puestos o la pisan accidentalmente. Incluso puede ser que coman sobre ella. Pero cuando dejan la habitación, solo se cambian las sábanas encontrándose el cliente una colcha con manchas de grasa o rozadas de zapatos que dan la sensación de suciedad en toda la habitación.

Por este motivo, hay hoteles que ya están comenzando a cambiar sus colchas bouti de toda la vida por fundas nórdicas, mucho más fáciles de lavar y mantener impecables tras la marcha de cada huésped.

Las toallas del baño

El otro punto importante en la habitación son las toallas del baño y, si el hotel lo ofrece, el albornoz de cortesía. En las toallas, el blanco también es el color protagonista. Además de ser nuevas, estas toallas deben de tener un buen gramaje, es decir, deben de ser gruesas y de un algodón de calidad que seque bien.

Pero tan importante como la calidad de la toalla es el proceso de lavado y secado de la misma. Ya que si no se utilizan los productos correctos en lavandería, las toallas pueden resultar ásperas y desagradables.

Controlar esto, hará que los clientes del hotel se sientan mucho mejor antendidos.

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Sillas en hostelería: elige bien la silla perfecta

Al comprar sillas para casa la mayoría lo tenemos claro: queremos sillas con un diseño moderno y bonito y que además resulten muy cómodas, como las que se pueden encontrar en el catálogo de Sillas Nacher.

Cuando se tiene un negocio de hostelería hay que elegir muy bien las mesas y las sillas en las que se realizan los servicios a los clientes. A menudo, cuando un local es pequeño, se intenta optimizar mucho el espacio con mesas y sillas tan pequeñas que, finalmente, se consigue que el cliente esté incómodo y no piense en volver.

Otras veces, se ponen sofás o sillones estilo casero que pueden ser muy cómodos para tomarse un café relajadamente, pero que pueden resultar muy incómodos si lo que se pretende es merendar con algún amigo mientras se conversa. Sin duda, uno de los aspectos que más controversia levanta son las sillas.

 

Las sillas de restaurante

 

En un restaurante, las sillas deben ser muy cómodas, pero a la vez es preferible que resulten fáciles de limpiar. Por eso, en la mayoría de los locales se evitan las sillas tapizadas ya que si caen restos de comida o de bebida se notarán y esa silla quedaría inservible para varios días.

Las sillas de madera suelen ser las favoritas, pero pueden resultar un poco rígidas. Esto se puede corregir con cojines para el asiento que, si se manchan, se lavan fácilmente y se pueden cambiar por otro. Las fundas son también una buena manera de hacer que una silla sea más cómoda y atractiva.

 

Las sillas de cafeterías

 

Algunos dueños de cafeterías eligen sillas de diseño muy modernas y bonitas, pero que son incómodas cuando uno lleva sentado más de media hora en ellas. Hay quién dice que esto no es accidental y que es una buena manera de asegurarse de que los clientes no se quedan demasiado rato en el establecimiento, asegurándose el flujo de gente y evitando a esas personas que se quedan trabajando o realizando tareas consumiendo muy poco y acaparando una mesa completa.

Pero, en general, se busca que diseño y comodidad no estén reñidos. El cliente tiene que sentirse a gusto en el local o se corre el riesgo de quiera irse. Si se está cerca de oficinas o centros de estudio y se teme que pueda acudir gente a realizar tareas se puede habilitar una zona para ello en una barra corrida que ocupa poco espacio y resulta muy apropiada para sentarse a solas con el portátil.

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