La ropa de hogar ayuda a que nos sintamos en casa. El contacto con nuestras sábanas favoritas, tener en el cuarto de baño unas toallas grandes y esponjosas o disfrutar de nuestra manta preferida en el sofá son pequeños detalles que ayudan a que nos sintamos un poco más en casa.
Cuando viajamos, apreciamos que en el hotel donde los hospedamos también tengan en cuenta estos pequeños detalles que nos hacen la vida más cómoda. Los textiles que nos ofrecen en el hotel pueden marcar la diferencia entre sentirse cómodos o no.
La cama, limpieza y comodidad
En la cama exigimos, antes que nada, limpieza. Por eso nos gusta que las sábanas de cama de un hotel sean blancas o de un tono claro liso. Estos colores no dan lugar a engaño, como puede suceder con un estampado. Por supuesto, también queremos que estén en buen estado. Pocas cosas son tan desagradables como meterse en una cama y que esté áspera debido a que tiene bolitas o que la tela esté tan gastada que se vea perfectamente el colchón o la manta.
Un fallo frecuente respecto a la limpieza en las camas de los hoteles viene dado por las colchas. Muchos clientes se tumban sobre la cama con los zapatos puestos o la pisan accidentalmente. Incluso puede ser que coman sobre ella. Pero cuando dejan la habitación, solo se cambian las sábanas encontrándose el cliente una colcha con manchas de grasa o rozadas de zapatos que dan la sensación de suciedad en toda la habitación.
Por este motivo, hay hoteles que ya están comenzando a cambiar sus colchas bouti de toda la vida por fundas nórdicas, mucho más fáciles de lavar y mantener impecables tras la marcha de cada huésped.
Las toallas del baño
El otro punto importante en la habitación son las toallas del baño y, si el hotel lo ofrece, el albornoz de cortesía. En las toallas, el blanco también es el color protagonista. Además de ser nuevas, estas toallas deben de tener un buen gramaje, es decir, deben de ser gruesas y de un algodón de calidad que seque bien.
Pero tan importante como la calidad de la toalla es el proceso de lavado y secado de la misma. Ya que si no se utilizan los productos correctos en lavandería, las toallas pueden resultar ásperas y desagradables.
Controlar esto, hará que los clientes del hotel se sientan mucho mejor antendidos.